Reflexiones de gente como tú

Son muchas las circunstancias que conducen hacia una vida desordenada. Incluso si alguna vez fue capaz de llevar un orden, cuando sintió tener el control, aún estando fuertemente concienciado de que otra forma de vida no es compatible precisamente con eso, con vivir; multitud de circunstancias le empujarán hacia el caos. El estrés laboral, la carga familiar, los problemas económicos, la pérdida de un ser querido, entre otras, son circunstancias que propician conductas que dinamitan nuestro bienestar físico y emocional. Evidentemente no podemos dejar de lado los desequilibrios internos. Los que derivan de la malnutrición y la desnutrición celular, del entorno tóxico en el que se desenvuelven nuestras células, de la la inactividad física y mental, y cómo no, los que derivan de una vida donde no se ha dedicado tiempo a cultivar las relaciones sociales, las emociones, donde no se ha dado importancia al alma.

Se trata de un proceso de retroalimentación del que no resulta sencillo escapar.

¿Entonces?, ¿qué es lo que necesita una persona para propiciar ese cambio de vida que le dirija a una salud renovada, o le ayude a mantenerla en el tiempo, permitiéndole disfrutar de una vida longeva, plena y libre?
Mi experiencia me ha enseñado que el primer objetivo pasa por alcanzar un determinado grado de  concienciación. Tomar conciencia de la necesidad de cambio será lo único que propicie el cambio. El grado de concienciación necesario puede alcanzarse de muchas formas, tan sólo hay que despertar. Tomar conciencia, requiere en gran medida levantar la cabeza, estar dispuesto/a a tomar las riendas de la gestión de su propia salud bebiendo en fuentes independientes de información científico-técnicas, dejándose influenciar por profesionales cualificados independientes, rodeándose de personas que ya dieron el paso, huyendo de aquellos que pretenden que permanezcamos a su lado, “dormidos”… Desgraciadamente, algunas personas necesitarán un diagnóstico lapidario antes de tomar conciencia de la necesidad de un cambio de rumbo en sus vidas; otras, por el contrario, nunca cambiarán.

Una vez haya despertado, deberá establecer cuál será el camino a seguir. A medida que vaya avanzando por ese camino, otros caminos se abrirán a su paso y será usted en última instancia, quien decidirá la ruta a seguir, las pausas, usted autoliderará ahora su vida.

Dar el paso, escapar del redil, abandonar el camino marcado…, ésto traerá consecuencias. No todos los que despiertan dan el paso. Tomar acción requiere valentía. Tendrá que salir de su “espacio de confort” y no menos importante, enfrentarse a sus “ladrones de sueños”.

La sociedad en que vivimos, sufre una decadencia de valores. Éstos parecen haberse invertido. La gente hipoteca sus vidas por poseer un piso, tener un buen coche, vestir a la moda, pero sin embargo compran sus alimentos en MERCADONA. Para muchos, esta situación viene impuesta por la Industria, el Estado…. En mi opinión, la responsabilidad es nuestra, y en segundo lugar de aquellos a los que elegimos en su momento para que velasen por nuestros intereses. La Industria sólo vela por sus intereses, eso sí, con una total falta de ética; pero ¿cómo vamos si quiera a reprochar a una empresa de armamento el que no quiera la abolición de las guerras?

Los “ladrones de sueños” son personas, que como usted anteriormente, viven la “trampa de la Industria”. Lo más triste de todo, es que muchos de ellos son personas que han despertado, pero no han tenido el valor suficiente para romper su “espacio de confort”. Sus amigos, familiares, su pareja, sus hijos, cualquiera de ellos puede covertirse en cualquier momento en un “ladrón de sueños”. Pero no precisamente porque hayan dejado de querernos, o de apreciarnos, muchos de estos comportamientos están alimentados por el miedo. Miedo a que otros consigan lo que yo no he sido capaz ni de intentar. Otras veces, la envidia es la protagonista; y en muchas ocasiones es porque siguen alienados, incapaces de ver una realidad alternativa…

Lo cierto es que usted no debe esperar a que llegue ese momento idílico en su vida en el que todo propicie el cambio,  o el velar por su salud. Claro que vivirá etapas de su vida donde le resulte tremendamente fácil vivir en pro de su salud, pero no siempre será así. Por eso debe tomar consciencia de que lo más importante será forjar una voluntad inquebrantable.

Este espacio acogerá reflexiones de personas que se cruzaron en mi vida. En algunas de ellas pude influir y su reflexión es el resultado de la confianza que depositaron en mí; con otras, lamentablemente no llegué a conectar, pero no por eso dejé de aprender de ellas.

Pienso que la reflexión de personas en diferentes estadios de su vida, pueden ayudar a otras personas a despertar, a dar el paso, o a persistir en el mantenimiento de un estilo de vida provida.

Les dejo con algunas de esas reflexiones, iré aportando más poco a poco…

“Por supuesto que es necesario esfuerzo y sacrificio, pero es que todo lo importante lo requiere”

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“Vivimos en un país donde la persona que decide cuidar de su salud es ridiculizada”

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“Antes de conocerte, no le decía NO a nada. En pocos meses de seguir la estrategia, cada día decía NO más de treinta veces; y hoy, después de casi un año de vida ordenada, aún tengo que decir NO dos o tres veces cada día”

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“He encontrado opiniones para todos los gustos, quienes me apoyaban y quienes criticaban lo que hacía. Sin embargo, he de decir que estaba tan convencida de que esto acabaría con mi problema que en ningún momento he flaqueado”

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“He salido con amigos a cenar, me he ido de fin de semana, he estado esquiando… solo necesitas organizarte”

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“No te preocupes tanto por la vida que nadie sale vivo de ella”

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“Sólo establecemos una relación causal entre lo que comemos y lo gordo o delgado que estaremos. Algunos ni si quiera eso, ya que no engordan coman lo que coman. Nadie piensa que la comida que elija determinará las enfermedades que sufrirá”.

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Autor: Jose Ávila